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Prevención de cáncer ginecológico

Prevención de cáncer ginecológico

PREVENCIÓN DEL CÁNCER DE MAMA

El cáncer de mama es el tumor más frecuente en las mujeres occidentales. En España se diagnostican alrededor de 22.000 nuevos cánceres de mama al año. El diagnóstico precoz del cáncer de mama ha hecho que la mortalidad por esta enfermedad haya disminuido de forma significativa, al menos cuando se realiza en la edad de mayor incidencia del cáncer de mama (por encima de los 50 años).

La técnica utilizada para ello es la mamografía, que consiste en una radiografía de las mamas capaz de detectar lesiones en estadios muy precoces de la enfermedad. Gracias a ella, se pueden detectar lesiones cuando todavía no son palpables, y cuando aún no se han diseminado a otras partes del cuerpo (produciendo invasión de ganglios o metástasis). De esta forma, se pueden aplicar tratamientos menos agresivos, que dejan menos secuelas físicas y psicológicas en la mujer.

Si bien existen actualmente campañas de screening para la detección del cáncer de mama en la población general, sus criterios se basan en criterios económicos, por lo que nosotros creemos que los controles mamográficos deben realizarse a partir de los 40 años de edad, y antes (35 años) si hay antecedentes directos en la familia. En cualquier caso, el criterio debe ser individualizado en función de la paciente, antecedentes personales y familiares, exploración fisica...

Prevención del cáncer de cuello uterino

PREVENCIÓN DEL CÁNCER DE CUELLO UTERINO

El cáncer de cuello uterino está causado por un virus, el Virus del Papiloma Humano. Existen 100 tipos distintos, de los cuales 15 pueden provocar un cáncer. Los tipos 16 y 18 son los causantes del 75% de los cánceres de cuello. El virus se transmite mediante contacto sexual, existiendo estudios que indican que 8 de cada 10 personas entrarán en contacto con el virus en algún momento de su vida. Afortunadamente, la mayor parte de las mujeres que sufren una infección por un Virus del Papiloma Humano de alto riesgo lo eliminan. Si no fuera así la mortalidad por cáncer cervical sería extraordinariamente más elevada de lo que ya es.

Existen numerosos factores de riesgo de infección por el virus: edad de inicio de relaciones sexuales, número de compañeros/as previos que tuvo cada componente de la pareja, tabaquismo, la no utilización del preservativo, inmunosupresión, otras enfermedades de transmisión sexual, etc.

Actualmente existen dos formas de luchar frente a este tipo de cáncer, la citología cérvico-vaginal y la vacunación frente al Virus del Papiloma Humano.

  1. La citología cérvico-vaginal consiste en la toma de células que se han descamado del cuello, de forma completamente indolora. Los controles se realizan con una periodicidad que varía en función de la edad y las características de la paciente. De esta forma pueden diagnosticarse lesiones precancerosas y actuar frente a ellas antes que se produzca un cáncer.
  2. La otra forma de prevención es mediante la vacunación, la cual protege frente a los tipos más frecuentes de virus. La vacunación no puede causar cáncer, pues no contiene el virus debilitado, ni tampoco es curativa, pues su objetivo es la prevención de las lesiones precancerosas del cuello, del cáncer de cuello, así como de las lesiones precancerosas de la vulva. Además una de las vacunas que existe en el mercado protege también frente a verrugas genitales (condilomas acuminados).

En España, la vacunación frente al virus está incluido en el calendario vacunal, y concretamente el Comité Asesor de Vacunas (CAV) de la Asociación Española de Pediatría (AEP) recomienda la vacunación como sistemática en las niñas entre 11 y 14 años.

Es importante reiterar también que la vacuna también se recomienda a mujeres sexualmente activas, pues pueden no haber estado aún expuesta al VPH, y si lo han estado, pueden no haber creado anticuerpos frente al virus.